Carlos «Keko» Palacios Testillano

“ El mejor trabajo del mundo”

Soy Keko Palacios, profe de la escuela de tenis de nuestro club desde hace ya 22 años (muy mayor, si, pero me conservo muy bien).

Desde esa perspectiva que da la experiencia del tiempo puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que elegir este modo de vida ha sido la elección más acertada y genial que he tomado a nivel profesional y personal.

Tras estudiar mi licenciatura no quería ni me veía  haciendo aquello que quizá los demás esperaban. Pero gracias a Alberto y Antonio, los jefes, pude darme cuenta de lo digno y gratificante que puede resultar nuestra profesión.

Gracias a ellos aprendí a amar lo que hacemos, respetarlo y sentir orgullo por ello.

Ellos me dieron esa oportunidad con la que se abrieron muchas otras  puertas, como la de ser capitán de equipos juveniles de nuestro club.

Fue una oportunidad fantástica acompañando y ayudando a los jugadores que integraban los equipos de Liga Juvenil del club.

Fueron 15 años al frente de distintos equipos. Que buenos tiempos. Mi situación familiar actual no me lo permite ( soy padre de 2 niños pequeños ) pero estoy seguro que retomaré el reto con la misma ilusión que la primera vez.

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Desde mi humilde situación me atrevo a animar a todos aquellos que les encante el aire libre, les apasione el deporte (sobre todo el nuestro) y el trato con gente de nuestra misma onda a lanzarse a conocer nuestra profesión.

Siendo tan sacrificado y tan exigente, no creo que haya una labor tan gratificante como la nuestra. Somos un grupo genial con un fin común: la enseñanza del tenis.

Quería aprovechar estas líneas que me brinda la escuela para agradecer enormemente a los que hacéis posible todo esto: los alumnos. Gracias a todos y cada uno de vosotros. Sois geniales!!

 “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida». Confucio

Keko impartiendo clases

Poco a poco y viendo que aquello en lo que me había embarcado me gustaba más y más, Alberto Martínez quiso llevarme con el al CT. Chamartín donde era director de la escuela de tenis del club junto a Antonio Martínez.

«Dios….el Chamartín», » Dios, Antonio Martínez»….fueron mis comentarios al escuchar dicha propuesta de Alberto: el quería que diera el paso a la primera división del tenis y con los mas grandes. Me gustó el reto pero me preguntaba si iba a poder estar a la altura de las circunstancias y poder responder a la confianza que me brindó Alberto.

Ya en esta época coincidí en bastantes momentos con jugadores del CT. Chamartin, quienes hacían más ilusionante ese reto de dar el salto de calidad que se me planteaba Por cómo hablaban del club. No podía dejar pasar esa oportunidad.

Estos chicos, se me olvidarán algunos, son grandes amigos míos en la actualidad: Charlie Auffray, Lolo y Carlos Fernández Cañadas, David Lillo, Fernando Arteaga, David «Naranjito» González……..son parte de mi ilusión por ir a «su casa».

Seguia siendo un trabajo de fin de semana pero en un año Alberto y Antonio me plantearon que fuera a trabajar durante la semana. Estábamos ya a finales de los 90 y compaginaba estudios y trabajo y cada vez pasaba más horas en el club.

En esta época me ayudaron mucho los compañeros con los que me tocó compartir  esos primeros momentos. Sin ellos entiendo que hubiera sido muy difícil el sentirme como en casa. Son, y serán sin duda, mis grandes amigos y a los que siempre estaré agradecido. Gracias Tito Matesanz, Luis Pagola, Angel Cisneros, David » Naranjito…

Mis inicios en la practica del tenis están en mi edad de 3 años. No con clases, sino robando la raqueta y pelota a mi padre y pegando bolas con la malla solo y sin ayuda de nadie. Como no tenía fuerza para coger las raquetas de entonces me contó mi padre que me ayudaba de mi sobaco y de los 2 manos para pasar el rato que el jugaba con sus amigos pegando pelotazos con las mallas de la pista. Premonitorio verdad?

Mis inicios en clase de tenis fueron a la edad de 8-9 años con Antonio Barroso, director de la escuela del Club Tabarca, donde jugaba un par de horas al fin de semana aparte de algunos partidos.

Todo este camino, largo y no siempre fácil, desemboca en el día de hoy y me coloca con 39 años, con una satisfacción personal inimaginable, con el sentimiento de orgullo de pertenecer a la mejor familia tenística de España y con la esperanza de haber cubierto las espectativas que hayan depositado en mi tanto Alberto y Antonio: mis jefes, mis padres.

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Capitán de distintos equipos del Club de Tenis Chamartín

Solo puedo decir que todo lo que me ha ocurrido, todo mi «éxito» profesional que haya podido tener y mi satisfacción personal con las tareas que He hecho y hago en la actualidad, mi posición dentro de mi club y mi escuela, todo……se lo debo a Alberto Martínez Rosado.

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Me gustaría, para acabar, explicar lo que el tenis me ha aportado. Esos valores que sólo un deporte como el mío me ha podido dar. No creo que haya otra actividad que logre darme tanto como lo ha hecho el tenis en todos estos 30 años que llevó con una raqueta en la mano:

  • lealtad: estaré eternamente agradecido a quien/es han hecho de mi lo que soy.
  • responsabilidad: para hacer las cosas de la manera que se me exige y cumplir expectativas.
  • honradez/justicia: a la hora de tomar decisiones que he tenido que tomar.
  • rectitud.
  • amistad.
  • orgullo: de hacer lo que hago y de pertenecer a lo que pertenezo.

Nunca hubiera imaginado que fuera a dedicar mi vida a esta increíble profesión. Jamás hubiera creído en mi niñez que iba a ganarme la vida tan dignamente como lo hago. Me siento un privilegiado: hago lo que me gusta, me siento reconocido y querido por la gente que me importa…….que más se puede pedir?

«Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida». Confucio

Keko impartiendo clases