David Lorbada Manzanedo

«Poder»

Como dijo Jean-Jacques Rousseau ¨Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre¨.

Si algo me entusiasma de este maravilloso trabajo es poder transmitir mi pasión por el tenis y el deporte a los más pequeños.

Tenemos una gran labor como educadores. Los niños absorben toda la información que les transmitimos y cada palabra que les comunicamos queda grabada en su retina perdurando en el tiempo.

Nuestra tarea va mucho más allá del desarrollo motriz, que por supuesto también tiene mucha importancia.

Una gran derecha, un buen revés, un magnifico saque, una volea impresionante o una gran potencia física nos hará mejores tenistas y deportistas sin duda. Pero esto no es lo único importante.

Nuestra responsabilidad es transmitir los valores del deporte. Conseguimos trasmitir valores individuales como autoconocimiento, disciplina, creatividad, esfuerzo o autonomía y debido a la practica en grupo conseguimos transmitir valores sociales como compañerismo, respeto, deportividad, gratitud, cooperación, comunicación o amistad.

Valores de vital importancia en la vida actual.

Tenemos la facultad de poder incidir en el desarrollo integral de nuestros niños. Evitar el sedentarismo, favorecer e instaurar hábitos de vida saludable y educar en valores positivos que trasladarán a su vida adulta, es un gran poder.

Como nos enseña Rafael Nadal y yo me aplico conmigo y con mis alumnos cada día que entro en una pista de tenis: “Siempre trabajo con una meta y es mejorar como jugador y persona. Eso es lo más importante”